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JAVIER JIMÉNEZ
Khalid O. era la tercera pieza del puzzle que faltaba. El argelino, que llevaba documentación francesa falsa, huyó tras la aparatosa persecución de la autopista de Andratx, que se saldó con un herido y cinco accidentes provocados por un coche que iba en dirección contraria.

El martes otros dos argelinos que estaban dentro de un coche aparcado en el párking de un supermercado de Santa Ponça fueron sorprendidos en actitud sospechosa, acechando a sus víctimas, y la huida fue tan arriesgada como alocada. Tras ser detenidos la Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer cúal era el motivo de que se hubieran introducido en la autopista en dirección contraria conduciendo de manera temeraria y descubrieron que la banda había cometido decenas de robos y hurtos. De ahí su interés en eludir la acción policial.

Khalid fue sorprendido cuando dejaba su hotel, con las maletas en la mano. Su detención precipitó los acontecimientos: registraron dos habitaciones y hallaron algunos efectos de dudosa procedencia. Luego se averiguó que la banda se apostaba en los aparcamientos de grandes superficies comerciales y uno de ellos actuaba como «gancho». Entretenía a la víctima, que salía del centro con las bolsas de la compra, mientras los otros metían mano en su coche y se apoderaban de efectos de valor. Otro ardid era más ingenioso: le hacían creer al conductor que llevaba la rueda pinchada y cuando aquel miraba el neumático le hurtaban la cartera o el bolso.