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AGENCIAS-EEUU
Al menos 32 personas, incluyendo un supuesto agresor armado, murieron el lunes en un tiroteo en la universidad Virginia Tech, dijeron fuentes policiales y un funcionario del centro de estudios. El incidente tuvo lugar en dos áreas separadas del campus universitario tecnológico durante la mañana. La policía cree que sólo un hombre armado perpetró el tiroteo.

«Es una tragedia de proporciones monumentales», dijo a periodistas el presidente de la universidad, Charles Steger. Se trata de uno de los peores tiroteos en un campus universitario en Estados Unidos desde que Charles Whitman abrió fuego desde lo alto de una torre en medio de un campus de la Universidad de Texas, en Austin, el 1 de agosto de 1966. En esa ocasión, el agresor causó la muerte de 15 personas e hirió a otras 31. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo estar «horrorizado» por el tiroteo en la universidad de Virginia, informó la Casa Blanca. «Está horrorizado y su reacción inmediata fue de profunda preocupación por las familias de las víctimas y por las víctimas, los estudiantes, los profesores y todas las personas de Virginia que han tenido que enfrentar este impactante incidente», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino. Añadió que el gobierno federal está monitoreando la situación y que las autoridades locales están investigando el hecho.

Virginia Tech, con 26.000 estudiantes, está ubicada en el suroeste del estado, a unos 390 kilómetros de Washington. La policía dijo que investiga si el hombre armado se suicidó o si murió por la respuesta armada de las fuerzas de seguridad de la universidad tecnológica. La mayor parte del tiroteo ocurrió en un sector del recinto universitario llamado Norris Hall, según informó el jefe de la policía del campus, Wendell Finchum. La masacre de ayer por la mañana en el campus supera a la tragedia del Instituto Columbine en el que murieron en 1999 doce personas y resultaron heridas otras 24 antes de que los asesinos se suicidaran.

El tiroteo de ayer por la mañana, que las primeras informaciones limitaban a un muerto y una decena de heridos, tan sólo sería superada en el presente siglo por el ataque terrorista contra la escuela rusa de Beslán que se cobró la vida de 344 personas, entre ellos 186 niños, en una sangrienta ofensiva de los independentistas chechenos. El último suceso de estas características que atrajo la atención de la opinión pública sobre el problema del acceso a las armas de estudiantes o la facilidad de extraños de acceder a los recintos educativos, tuvo lugar el pasado año cuando un desconocido accedió a una escuela de Lancaster y ejecutó a cinco niñas.