De forma simultánea la policía realizó los registros en el bufete Feliu, la notaría Herrán-Delgado y el Banco de Sabadell. Foto: A. SEPÚLVEDA/T. AYUGA

TW
0

JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
Cuando el terremoto provocado por la 'operación Voramar' ofrece todavía réplicas bruscas, ayer un nuevo seísmo contra la corrupción sacudió Mallorca. La 'operación Relámpago' se abrió con registros simultáneos en un despacho de abogados, una notaría, un banco, asesorías y oficinas. Fiscalía Anticorrupción, Hacienda y el Cuerpo Nacional de Policía, así como tres juzgados de Palma, rastrean 816 sociedades que tienen unos importes declarados de 307 millones de euros. Al cierre de esta edición había una decena de detenidos y los registros continuaban.

Treinta funcionarios de la Agencia Tributaria y medio centenar de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, dirigidos por el fiscal Anticorrupción Juan Carrau y el fiscal Pedro Horrach, se desplegaron a primera hora de la mañana de forma espectacular y asestaron seis golpes de forma simultánea. Amparados por el Juzgado de Instrucción número 7, asaltaron el bufete Feliu abogados, en el número 2 del Paseo Mallorca; la notaría de Alberto Ramón Herrán y Àlvaro Delgado Truyols (éste último hermano del alcalde de Calvià, Carlos Delgado), en la calle Unión 2-A, y el Banco Sabadell de la calle Jaime III. Al mismo tiempo registraron oficinas y asesorías en la calle Porto Pí, en Rodríguez Arias y en el Paseo de Illetes 60.

La operación se inició cuando la Agencia Tributaria detectó estructuras fiduciarias creadas por el despacho de abogados investigado, con la connivencia de despachos corresponsales que operan en el paraíso fiscal de Panamá. Esas estructuras estaban destinadas a ocultar a los titulares reales de actividades y patrimonios, supuestamente con el fin de cometer fraude fiscal y blanqueo de capitales.