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J.JIMÉNEZ-F.BARRASA
Un cerrajero abrió ayer en presencia de la policía otras dos cajas fuertes del bufete Feliu, que estaban vacías.

Las cajas ya fueron precintadas el día que se registró el despacho de abogados, ubicado en el Passeig Mallorca, y estaba previsto que las reventaran los bomberos. De hecho, algunos funcionarios del parque central se desplazaron por la mañana a las oficinas y opinaron que era más conveniente que las violentara un cerrajero. La operación duró varias horas y el resultado fue negativo porque no apareció ni documentos ni dinero en el interior. Una de las cajas era de gran tamaño y la otra, mediana.

Casi al mismo tiempo los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, apoyados por inspectores de la Agencia Tributaria, registraron de nuevo el búnker de los Feliu en la calle Borguny número 10. Se llevaron cajas repletas de documentación, que serán analizadas en los próximos días o semanas.