El extranjero tiene 32 años y es un habitual de algunas calles del Port d'Alcúdia, a pesar de que no tiene domicilio conocido. Padece trastornos mentales y en los últimos días ha provocado algunos altercados, de los que fue informado la Policía Local de Alcúdia. Según parece, recibe medicación para mitigar sus crisis y últimamente la ha abandonado, de ahí que su estado haya empeorado de forma alarmante. Ayer por la mañana se desnudó en una playa de Alcúdia y comenzó a gesticular y gritar. Soltaba frases inconexas y de repente se bloqueaba. Luego volvía a indignarse. Durante su paseo por la playa se cruzó con algunas féminas, a las que atosigó y luego se encaró también con una socorrista, que dio aviso a la policía porque temía que su irascibilidad fuera en aumento. Cuando los agentes llegaron no ofreció resistencia y en primer lugar fue atendido en el PAC (Punto de Asistencia Continuada), donde los facultativos le suministraron algunos calmantes.
Luego se requirió la presencia de una ambulancia del 061, para trasladarlo al Hospital Psiquiátrico de Palma. La Guardia Civil acompañó a la ambulancia durante el trayecto, por si el cubano despertaba y ponía en apuros a los sanitarios. Sin embargo, la medicación le hizo efecto y no volvió a provocar ningún altercado en los cuarenta minutos que pasó en la camilla. Una vez en el Hospital Psiquiátrico fue sometido a una nueva revisión, que confirmó que su estado mental era muy delicado y precisaba de un seguimiento diario, por lo que quedó ingresado.
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