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La Policía Judicial de la Guardia Civil seguía ayer con las labores de exhumación de los restos humanos hallados en la playa de la Romana, en Peguera, también conocida como 'playa de los muertos'. A primera hora de la mañana, varios agentes retiraron el precinto colocado el día anterior y ordenaron el cierre de la playa, provocando la curiosidad de decenas de turistas. Una pala de la empresa Calvià 2000 cavó una zanja de un metro de profundidad por diez metros de largo y acto seguido los agentes comenzaron la exhumación.

En total se recogieron huesos de las piernas, mandíbula y brazos, que al parecer estaban enterrados en cal viva y a tan sólo unos ocho metros del agua. También se tomaron muestras de ADN, que serán remitidas a un laboratorio para ser analizadas.

El esqueleto se encontraba bajo una piedra y boca abajo. Aún no se ha podido identificar su sexo, aunque sí que se trata de un adulto. Según uno de los forenses que acudieron a la playa, los restos humanos llevaban muchos años enterrados, aunque no se ha podido especificar con precisión el tiempo que llevaba enterrado.