Los abogados Carlos Barceló y Julián Carnicero, ayer, en los juzgados. Foto: P.C.

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Tres comisionistas debroker Dot Us Des Sl, que presentó en 2006 ante el titular del Juzgado de lo Mercantil de Palma, Víctor Fernández, un concurso de acreedores al dejar deudas por valor de cuatro millones de euros entre 200 afectados, declararon ayer ante el juez que no sabían que los beneficios declarados por la sociedad eran ficticios.

Do Ut Des tenía oficinas en Palma y Calviá y entre los afectados figura una comunidad de religiosos de Burgos. El máximo responsable de la sociedad limitada ya ha declarado ante el juez, y explicó que colocaba el dinero de sus clientes en una cuenta propia, ya que carecía de la correspondiente licencia que exige la Comisión Nacional de Valores. También, admitió que en muchas ocasiones «se inventaba» los beneficios para contentar a sus clientes, y que cuando se registraban pérdidas, simplemente, «no lo decía».

A.N., C.S., y C.R., prestaron declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, Àlvaro Latorre, durante tres horas, en una vista en la que estuvieron presentes varios abogados, entre ellos Carlos Barceló y Julián Carnicero, éste último, en representación de varios acreedores.

Los imputados explicaron que captaban clientes entre sus familiares y conocidos para que el principal responsable debroker, E.Ll.R., procediera a invertir el dinero recaudado en la Bolsa. Pero, el volumen de clientes fue creciendo debido a la alta rentabilidad que generaban las inversiones, y ebroker se vio desbordado por los acontecimientos, hasta el punto, que él mismo acudió a los juzgados para denunciarse a sí mismo.