Mercedes tiene 55 años y parte de su salario lo enviaba a su familia en Ecuador. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Una sencilla operación de sinusitis ha sumido en la más absoluta desesperación a Mercedes Jacome, una inmigrante ecuatoriana. Una supuesta negligencia médica ha provocado que la mujer, de 55 años, haya perdido la visión en su ojo izquierdo y ahora la víctima se ha quedado incapacitada para trabajar.

Mercedes llegó legalmente a España en 1999 y años después, en 2003, se desplazó a Mallorca. Trabajó en empresas de limpieza y cuidando ancianos y a base de jornadas laborales agotadoras consiguió enviar mensualmente cantidades importantes de dinero a su familia, en Ecuador. De hecho, era el único sustento de su esposo y sus cuatro hijos, dos de los cuales son pequeños. «La situación en mi país no es fácil y mi familia vivía con lo que yo enviaba cada mes», contó ayer.

El pasado 8 de marzo, de infausto recuerdo para ella, ingresó en el hospital palmesano de Son Llàtzer para someterse a una intervención por sinusitis. La operación, en principio, no ofrecía excesivas complicaciones, pero cuando el día 16 Mercedes recibió el alta había perdido la visión en su ojo izquierdo. Desde entonces su vida ha cambiado de forma radical: ya no puede trabajar y, por ende, tampoco tiene ingresos económicos. El efecto dominó ha sido demoledor y su familia es la principal perjudicada, porque ya no recibe las ayudas que constituían su único sustento. La víctima ha contactado con un abogado para denunciar su situación, pero se queja que de momento «nadie me ha dado explicaciones de por qué he quedado ciega de un ojo». No puede ni pagar el alquiler por su casa y cada día que pasa lo ve todo más negro.