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EMILIO LÓPEZ VERDÚ
Un agente de Tráfico de la Guardia Civil fue juzgado ayer por un jurado popular acusado de cobrar pequeñas «mordidas» a inmigrantes senegaleses a los que paraba aleatoriamente en la autopista de s'Arenal. El agente protagonizó por la mañana una lacónica declaración, en la que explicó sus tareas como agente. Francisco J.M.D. negó las acusaciones y explicó además que no necesita el dinero, puesto que cobra 1.800 euros mensuales y su familia posee un negocio de cafeterías por el que obtiene unos beneficios de unos 3.000 euros mensuales.

Sin embargo, la declaración más relevante tuvo lugar por la tarde, cuando compareció ante el jurado un senegalés que representa a una asociación de ayuda a compatriotas. El testigo, que lleva 10 años en España, explicó que en 2004 comenzó a recibir visitas de otros senegaleses preocupados por el mismo asunto. «Todos decían que un guardia civil les pedía dinero entre las salidas 3 y 12 de la autopista de s'Arenal. Al menos 50 personas diferentes me lo dijeron».

El senegalés no emprendió acción alguna hasta que la noticia salió publicada en la prensa. «Sabía que denunciarlo era muy grave, así que estuve dos o tres meses recabando información hasta que decidí querellarme».

El joven convenció a tres compatriotas para que denunciasen. «Hay muchos otros perjudicados que no denunciaron por temor, e incluso hay gente que se ha marchado de la Isla por este asunto», afirmó.