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El juez instructor de la 'operación Relámpago', Antoni Garcías, dictó ayer un auto por el cual prorroga durante un mes el secreto sumarial de la causa, que investiga un supuesto blanqueo de dinero a gran escala realizado a través de un entramado societario y en diversas operaciones millonarias realizadas en Mallorca.

La nueva información proporcionada por el análisis de la documentación intervenida en los diversos registros realizados en el despacho de abogados, notarios y empresarios, ha aconsejado al juez mantener el secreto de las actuaciones, ya que la investigación se encuentra en un «punto álgido», según explicaron a este diario fuentes cercanas a las pesquisas.

Especialistas de la Agencia Tributaria, de la Policía Judicial de la Guardia Civil, Policía Nacional y de la Fiscalía Anticorrupción de Balears, han volcado los datos recogidos en soportes informáticos, y acumulan evidencias o simples indicios para interrogar a los sospechosos. Aunque por ahora no hay ninguna persona en prisión por esta causa (el francés Patrick Duchemin está en la cárcel por orden de otro juez, de Instrucción 1), los investigadores no descartan que se realicen las primeras detenciones.

No obstante, existe una orden de detención en curso para la esposa de Christian Hores, el supuesto millonario británico que compró la finca de Son Bunyola al magnate Richard Branson por 38 millones de euros.

La mujer, colombiana de origen y con pasaporte inglés, tiene a su nombre todo el patrimonio de la pareja, pero los investigadores no acaban de reunir las pruebas suficientes para acusarlos de ser simples testaferros de una operación en la que supuestamente se blanqueó dinero negro. Su último domicilio conocido en Mallorca fue un piso en la Marina de Valldemossa. Los Hores, que presumiblemente se encuentran en Londres, han prescindido de los servicios del abogado Fernando Mateas y han contratado al prestigioso bufete de Jiménez de Parga de Barcelona, que ya está personado en la causa.