Salvador Arrebola Guerrero, de 45 años, pilotaba el vehículo familiar, un Seat Córdoba. El vehículo se dirigía a Inca, presumiblemente en dirección a Lloseta, donde residía la familia. A las dos de la tarde, aproximadamente, la vida de esa familia cambió en un segundo. Un Citroën Xsara que circulaba en el otro sentido perdió el control por un posible reventón de una de sus ruedas y cruzó la mediana. La conductora, una mujer de 39 años, no pudo controlar el coche, que salió propulsado y voló varios metros, hasta aterrizar en el carril contrario, justo cuando pasaba el Seat Córdoba de la familia Arrebola.
El turismo quedó aplastado por el brutal impacto y Salvador murió al instante. El resto de familiares, dos de ellos heridos críticos y otros dos leves, quedaron atrapados. David Rotger, jefe de servicio de los Bomberos de Mallorca, presenció casualmente la tragedia, y comunicó enseguida con el 112. Los Bomberos de Inca y de Palma colaboraron en las tareas de rescate, que fueron penosas y dramáticas. El cabeza de familia yacía muerto junto a su mujer y su hija. Josefa Izquierdo estaba destrozada y paralítica y la pequeña Marta presentaba un traumatismo craneal crítico. Junto a ellos la abuela, Josefa Roda, y su nieto, Salvador, ensangrentados. «Fue muy duro», reconoció uno de los efectivos que participó en el rescate. La otra conductora, la que cruzó la mediana, sólo sufrió heridas leves.
Las ambulancias trasladaron a la madre y la hija en estado crítico a Son Dureta. El niño de 12 años también fue a ese hospital. Ayer también murió en Son Dureta Inocencio Fernández Díaz, de 44 años, herido en la autopista de Inca el lunes. Y también en la clínica Femenía falleció ayer un motorista llamado Fulgencio que fue arrollado en la calle Cabana de Marratxí.
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