La Guardia Civil llevaba semanas tras la banda desarticulada en Pollença.

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La oleada de robos había causado una cierta alarma social en Pollença, sobre todo porque los asaltos se habían llevado a cabo de noche o de madrugada, cuando los moradores dormían en el interior.

La banda actuaba con gran sigilo y buscaba una ventana o una puerta abierta de la vivienda, circunstancia bastante habitual durante el verano. Normalmente vigilaban por un tiempo el inmueble y se aseguraban de que las medidas de seguridad no eran severas. Una vez en el interior se movían entre sombras, silenciosamente, mientras los otros permanecían en la calle, vigilantes por si la Policía Local o la Guardia Civil patrullaba por allí.

Una veintena de robos
En pocas semanas los implicados entraron en al menos una veintena de casas de la zona, la mayoría de ellas ocupadas. El Àrea de Investigación de la Guardia Civil abrió una investigación y de las inspecciones oculares en las viviendas se llegó a la conclusión de que se trataba de una misma banda organizada.

Los agentes montaron un operativo especial y en los primeros días no consiguieron sorprender a los implicados en los robos. Ayer, sin embargo, los investigadores se apuntaron un gran éxito. Detuvieron a cinco de los integrantes de la banda, de nacionalidad rumana y española, y descubrieron el apartamento de Pollença que habían alquilado como base de operaciones.

Los agentes obtuvieron un mandamiento de entrada y registro para inspeccionar la casa. En el interior se hallaron efectos de dudosa procedencia, telefonía móvil y tarjetas de crédito de las víctimas. Todo aquel material fue de gran importancia para esclarecer una veintena de robos en Pollença.

De momento la Comandancia palmesana no ha facilitado información sobre la operación policial, que sigue abierta, pero está previsto que hoy se aporten detalles de la desarticulación de la banda. Los cinco implicados serán puestos a disposición judicial en las próximas horas y no se descartan nuevas detenciones. De momento no hay constancia de que en ninguno de los robos denunciados en Pollença los asaltantes actuaran con violencia. Tampoco se sabe si utilizaban sprays para adormecer a los dueños.