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UH EIVISSA/EFE
Lo que el jueves era una mancha de fuel de 3'5 millas de largo por media de ancho procedente del mercante hundido en Eivissa era ayer por la tarde un «pequeño reguero», tras haberse recogido en dos días 30 toneladas de contaminante y sellado las fugas del barco, informó la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez.

En una rueda de prensa celebrada en Eivissa junto con el presidente balear, Francesc Antich; y el delegado del Gobierno en las islas, Ramon Socías; la ministra señaló que lo que queda de esa mancha se dirige, por la fuerza del viento, al sur de la Platja den Bossa, donde se han reforzado los medios técnicos y humanos que han de recuperar el material contaminante lo antes posible.

Hacia esta playa, una de las tres cerradas a los bañistas tras detectarse combustible en el mar, es donde el buque polivalente «Clara Campoamor» orientará su labor de succión del contaminante y donde se instalaron ayer tarde unos 1.600 metros de barreras para absorber el fuel expulsado.

Según expuso la ministra, los técnicos consideran que este tipo de barreras son la mejor vía para frenar el tipo de fuel expulsado del barco, de carácter ligero.

Alvarez destacó que del buque mercante «Don Pedro», hundido a unos 45 metros de profundidad, ya no se escapa fuel, después de que en los últimos días se hayan sellado los tres «suspiros» (respiraderos) por los que el crudo iba al exterior, así como la grieta de una tubería que ayer se había convertido en su única vía de salida.