TW
0

C. CUEVAS
La situación acontecida por el hundimiento del buque mercante Don Pedro empeoró durante el día de ayer. Así lo explicó la directora de Salvamento Marítimo, Pilar Tejo Mora-Granado, en rueda de prensa. Durante todo el viernes, los vuelos de reconocimiento del helicóptero de Salvamento Marítimo ofrecían una información -tanto verbal como fotográfica-, «excelente» del estado de las playas y de las costas desde Cap Martinet hasta ses Salines con un «reguero» muy localizado.

Sin embargo, el mismo viernes la situación daba un vuelco cuando el buque polivalente Clara Campoamor, encargado de las labores de extracción del fuel del mar, avisaba a última hora de la noche del avistamiento de nuevos afloramientos de productos contaminantes. La nave se encargó entonces de continuar recogiendo el vertido que «salía de forma intermitente», explicó Tejo.

Ayer por la mañana, los submarinistas de Salvamento Marítimo comprobaron el estado del buque hundido y descubrieron que en la proa del pecio existía una fuga de aceite hidráulico, menos contaminante que el hidrocarburo que también ha soltado el Don Pedro, y que en la popa había dos puntos por donde salía combustible: uno, una especie de garaje y el otro, un portillo comunicado con la sala de máquinas.

No obstante, los buzos no pudieron en su primera inmersión precisar con exactitud los puntos de las fugas, por lo que fue necesaria otra inmersión.

Este desafortunado giro de los acontecimientos obligó a acelerar al máximo el plan del armador del buque siniestrado para la extracción del fuel que todavía contienen los tanques del Don Pedro.

La directora de Salvamento Marítimo quiso remarcar que «durante la inspección aérea se puede apreciar que la pérdida no es continua, no es una mancha, es un reguero discontinuo y poco consistente que se extiende de manera intermitente desde la zona del hundimiento hasta el sur de Platja den Bossa y que puede tener una anchura de unos 100 metros».

Una parte de este producto se encaminaba ayer hacia el su de Platja den Bossa y al norte del área protegida de ses Salines. Tejo explicó también que «a la isla de la Sal había llegado una mancha de dimensiones 50 por 20 metros». Pero la directora también quiso reseñar que la zona ya «estaba protegida y que ahora lo está más. Las barreras colocadas los días anteriores en ses Salines han parado la llegada del fuel y no nos consta que el Parque Natural se haya visto afectado».

Al mediodía se celebró en el Consell Insular de Eivissa la reunión de la junta del plan de emergencia que preside la Conselleria d'Interior y en la que se coordinan las actuaciones a realizar, a la que asistieron representantes de los municipios afectados, en la que se acordó mantener las banderas rojas a la espera de ver cómo evoluciona la situación.

El Ajuntament d'Eivissa confirmaba que en las tres playas del municipio, Talamanca, ses Figueretes y el tramo de Platja den Bossa, seguían ondeando las bandras rojas, aunque había mejorado notablemente la situación. «Están en bastante buen estado e incluso hay algunos bañistas que se sorprenden que estén en bardera roja, pero como siguen quedando restos no se ha tomado la decisión de levantar la bandera roja», indicaron desde el Ajuntament.

En este sentido, la consellera d'Interior, Maria Angeles Leciñena, aseguró que la situación en las playas es «alentadora». «Talamanca ya está limpia, en ses Figueretes se está trabajando y en la Platja den Bossa hay algunos focos sobre los que se está interviniendo», manifestó.

Figueretes amaneció con el precinto en uno de los tramos de la playa, mientras que en otra había turistas en las hamacas coincidiendo con los operarios de la limpieza retirando el material contaminante.

Por su parte, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, confirmaba ayer por la tarde que el municipio de la villa de Río no se había visto afectado por el vertido aunque permanecía pendiente del viento y había personal en alerta por si era necesaria su intervención.