Agentes de la UII de la Policía Local de Palma y personal sanitario intentaron sin éxito reanimar a la víctima. Fotos: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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Un hombre de unos 50 años falleció ayer por la tarde a causa de un incendio en la vivienda donde residía, en la barriada palmesana de es Coll den Rabassa. Al parecer, la víctima, identificada provisionalmente como Mica Monserrat, murió por inhalación de humo, aunque la policía inició una investigación para aclarar los hechos.

El suceso ocurrió en una planta baja de la calle Can Fonoll, antiguamente calle Fenoll, poco antes de las 16.00 horas. Según explicaron algunos testigos, esta vivienda pertenece a un hombre de unos 70 años que vive entre la basura y en condiciones insalubres. De hecho ha tenido numerosos problemas con el vecindario ya que hay ratas, gatos y perros por la casa a causa de la suciedad acumulada.

La vivienda tiene un patio interior y hay un anexo. Hace alrededor de un año, el fallecido le dijo al dueño si podía dormir allí una noche y el propietario accedió, pero después Mica no se marchó, sino que se instaló en este anexo.

Hace dos meses ya se registró un incendio en el interior de la casa. Entonces, el dueño salió corriendo y pidió ayuda en el bar de al lado. Las personas que se encontraban allí lo ayudaron y no hubo que lamentar daños personales. En aquella ocasión el fuego comenzó en un colchón y el origen fue una colilla.

Ayer, el incendio se inició en la entrada de la casa. Las llamas causaron daños en la entrada y una habitación. El humo afectó al resto de la vivienda y al anexo, donde se encontraba la víctima, de madre finlandesa y padre español. Mica Monserrat sufrió quemaduras debido a la elevada temperatura, pero parece ser que murió por inhalación de humo, aunque cabrá esperar a los resultados de la autopsia.

El propietario pidió ayuda y en pocos minutos se personaron en el lugar efectivos de los servicios de emergencia. Los bomberos abrieron una vía de acceso para rescatar al hombre, que estaba muy grave. Los agentes y el personal sanitario trataron de reanimarlo, aunque no pudieron hacer nada por salvarle la vida. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Palma y poco después se ordenó el levantamiento del cadáver. La policía científica se hizo cargo de la investigación.