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Poco después de las once y media de la mañana, los servicios de emergencia fueron alertados de que salía una gran humareda de un cuarto piso, en el edificio ubicado en la confluencia de las calles 31 de Desembre y Pere Martell. Varias dotaciones de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) de la Policía Local de Palma y efectivos del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron al lugar con celeridad. Tres unidades de la UII llegaron en primer lugar y, al comprobar que salía bastante humo por una de las ventanas, subieron al piso. Ante la posibilidad de que hubiera personas atrapadas, los agentes accedieron al interior del domicilio, un pequeño apartamento en el que reside una pareja de rumanos, que estaban ausentes.

Sin embargo había una olla al fuego, que se había quemado y por ello salía una gran humareda por la ventana. Al inspeccionar la vivienda encontraron a un niño de unos dos años que estaba durmiendo en el sofá, tapado por unos cojines.

Mientras unos agentes apagaban el fuego con un extintor, otros bajaron a la calle con el pequeño. Al poco rato llegó una ambulancia del 061 y el personal sanitario realizó un primer examen al niño. En principio se descartó que hubiese inhalado humo, aunque fue trasladado a la unidad de Pediatría de Son Dureta para realizarle un reconocimiento más exhaustivo.