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EMILIO LÓPEZ VERDÚ Los vecinos que entraron en la casa de Son Roqueta incendiada el pasado domingo afirman que el único sospechoso de provocar el fuego, Joan B., estaba durmiendo cuando la casa se hallaba envuelta en llamas. Este dato choca frontalmente con la situación del detenido, que ayer ingresó en prisión tras declarar durante 45 minutos ante la juez de Violencia contra la Mujer número 2 de Palma.

Uno de los vecinos, Miquel, explicó que a las 02.00 horas del domingo el hijo y la mujer de Joan fueron a recogerlo a la Avenida Picasso y lo llevaron a la casa familiar, en la calle Rossinyol.

El hombre se encontraba ebrio y su propia mujer se encargó de administrarle un somnífero y varias pastillas con una jeringuilla. Tras dejarlo en su cama, los vecinos se fueron a dormir.

En este punto de la historia se abre un misterioso paréntesis de tres horas que concluye cuando Pedro, el hijo de Joan, comenzó a gritar pidiendo ayuda para rescatar a su madre de las llamas.

El joven se hallaba medio desnudo, con quemaduras por todo el cuerpo y el hombro herido tras intentar echar abajo la puerta de la habitación de su madre. Los vecinos corrieron hacia la casa, invadida por un denso humo negro. En la planta baja encontraron a Joan. Uno de los visitantes aseguró ayer que el hombre «estaba roncando profundamente y que ni siquiera podía despertarse con las fuertes sacudidas que le daba su hijo».

Varias personas fueron entonces a la habitación de María Calafell. Había sido cerrada por fuera con llave. Los vecinos embistieron la puerta con un pesado enano de jardín y, tras arduos esfuerzos, lograron echarla abajo. Al entrar en el cuarto no encontraban a la madre. Estaba sentada en la ducha, envuelta en una toalla y muy asustada, con las piernas quemadas.

Su hijo Joan tuvo que ser evacuado al hospital Vall d'Hebrón de Barcelona en estado muy grave, con la mitad del cuerpo quemado.
En el análisis que realizaron en la vivienda, los expertos hallaron restos de un combustible utilizado para acelerar el incendio.
Las investigaciones policiales se centraron en el padre, que fue detenido cuando iba a visitar a su mujer al hospital de Son Dureta. Según la mujer, lasrelaciones entre ambos no eran buenas desde hacía algún tiempo.

En su declaración ante la juez, Joan B. aseguró que no se acuerda de nada de lo que sucedió aquella noche. Al parecer, el hombre sufre desde hace algún tiempo 'lapsus mentales' que le provocan pérdidas de memoria ocasionales, según afirmaron ayer varios vecinos.

El marido, que por ahora es el único sospechoso, podría ser acusado ahora de dos delitos de homicidio en grado de tentativa.