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JAVIER JIMÉNEZ Los equipos de limpieza se afanaron ayer en devolver la normalidad a las zonas más afectadas por el temporal del miércoles. Esporles, Puigpunyent y Palma fueron, en este orden, los municipios más castigados por la lluvia. El drama, en cambio, se agudizó en Puigpunyent, donde se registró la única víctima mortal del diluvio. Sa Riera desbordada en su tramo final, la rotonda de Can Valero convertida en piscina o el puente de Son Oliva con más de un metro y medio de agua son algunas de las imágenes que dejó la tormenta. Ayer, el panorama lógicamente había cambiado mucho, sobre todo en los torrentes, donde el caudal era ridículo en comparación con el que habían soportado 24 horas antes.