Se destrozaron decenas de coches y la policía respondió con lanzamientos de botes de humo. Foto: A. SEPÚLVEDA/V. VASILEV

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PEP MATAS/GUILLEM PICO

Poco antes de las cuatro de la tarde efectivos de la UPR, de la Brigada de Seguridad Ciudadana del CNP, tomaron posiciones en los tres puntos de acceso al poblado. Era la repetición del operativo que se llevó a cabo la semana pasada y que, igual que aquélla, está previsto que dure hasta la medianoche del próximo domingo. Momentos después, en el 'filtro' que se había instalado cerca de la rotonda de Mercapalma, se fue acercando un numeroso grupo de residentes, un centenar y en su mayoría mujeres y niños. El objetivo era mostrar su protesta por el nuevo operativo.

El comisario de la Brigada de Seguridad Ciudadana y el inspector jefe de la UPR se acercaron a hablar con Gabriel Cortés, presidente de la Asociación Gitana. En un momento dado también intervino 'La Paca', la cual mostró su disconformidad. Las protestas de los residentes se centran en que dicen que hay personas que viven en el poblado y no se las deja entrar porque no figura en su DNI que su vivienda esté en Son Banya.

También, por parte de algunos de los manifestantes, se dijo que no se irían del lugar hasta que no lo hicieran los policías. Los dos mandos del CNP respondieron que si no se disolvían por las buenas la policía se encargaría de normalizar la situación. Se vivieron algunos momentos de tensión pero, en general, en lo relativo a la protesta no se produjeron incidentes mayores. Mientras esto ocurría un grupo de jóvenes que cubrían sus rostros con pañuelos destrozaron las lunas de 20 coches de la empresa Europark Baleares, que tiene un solar adyacente al poblado y donde hay 2.200 coches estacionados.

Vehículos

Sobre las seis de la tarde la situación se normalizó pero, una hora después, tras derribar una valla se arrojaron cócteles Molotov al depósito de coches, uno de los cuales comenzó a arder, y paralelamente se arrojaron piedras contra otros vehículos, viéndose más de 80 afectados por la rotura de cristales. Al lugar se desplazaron más unidades del CNP, de la Policía Local y un vehículo del Cos de Bombers. Por suerte se pudo apagar el fuego en el coche y se evitó que el fuego se propagara. La policía lanzó botes de humo contra los agresores. Por parte de la empresa la primera valoración de los daños es de unos 70 mil euros.