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JAVIER JIMÉNEZ La Policía Judicial de la Guardia Civil y el forense de guardia se desplazaron en la tarde del día de Nochebuena a Cala Millor para analizar el contenido de una bolsa ensangrentada y con restos de carne, que en un principio se relacionó con un aborto.

Según confirmaron en fuentes de la Comandancia palmesana, fue un vecino quién reparó en el plástico, que había sido arrojado en un papelera, junto a un comercio.

La Guardia Civil fue movilizada y tras inspeccionar aquella bolsa se descartó que se tratara de un feto. Luego, sin embargo, se personó el forense para concretar el origen de aquella sangre. Los trozos de carne podrían ser del hígado de un animal, pero de momento sólo se trata de hipótesis.

Las fuentes consultadas indicaron que la colocación de esa bolsa en aquella papelera, junto a un comercio muy transitado, «pudo no ser casual», sino provocar precisamente la alarma entre los vecinos. «Lo normal habría sido que la hubieran arrojado a un contenedor de basura», apuntaron en la Comandancia.