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A las ocho de la tarde del día de Navidad los vecinos de la calle Mercat número 14, en sa Pobla, repararon en gritos y golpes procedentes de un piso ubicado en la tercera planta.

Se trata de una casa compartida por un grupo de marroquíes, que al parecer pagan un alquiler por las habitaciones. Abdou, Tarik y Mohamed comenzaron a discutir porque el último de ellos tenía que marcharse y se quejaba de que las mensualidades que le cobraban eran muy elevadas.

La discusión pasó de las palabras a las manos y los tres protagonistas se enzarzaron en una riña en que se esgrimieron armas blancas y una botella de cristal con la punta rota. Durante la pelea se rompieron muebles de la vivienda y Tarik resultó herido en una pierna. Mohamed, el rival, sufrió también cortes incisos en una mano y el tercer magrebí, Abdou, parece que fue el que salió mejor parado de la riña entre compañeros de piso.

Los primeros en ser alertados de la pelea fueron los agentes de la Policía Local de sa Pobla, que recibieron varias llamadas telefónicas de vecinos de la calle Mercat.

En algunas de las comunicaciones se alertaba de que los implicados iban armados, por lo que varias patrullas se desplazaron sin demora hasta esa dirección.

Ya en el tercer piso se encontraron el mobiliario destrozado, con cristales esparcidos en el suelo, y a los tres inquilinos de la vivienda ensangrentados. Todos hablaban de forma atropellada y fueron separados para que no volvieran a agredirse mutuamente. Al comprobar que al menos dos de ellos presentaban lesiones de consideración se procedió a avisar a la Guardia Civil, que se hizo cargo de la investigación.

En la declaración de los magrebíes aparecieron numerosas contradicciones y unos acusaron a otros de haber iniciado la pelea. Lo único que quedó claro a los investigadores fue que el tal Mohamed estaba indignado con sus compañeros de piso por el alquiler que pagaba y que la relación entre ellos estaba muy deteriorada. Tanto que debía marcharse en breve de la casa.

La botella rota utilizada en la agresión y la navaja con el mango azul y de unos siete centímetros de hoja fueron intervenidos por la Policía Local, como prueba.

Esa noche los heridos fueron trasladados hasta el Hospital de Inca, donde se les atendió de las lesiones que presentaban.
Ayer todavía quedaban señales de sangre en el edificio donde se produjo la reyerta y los vecinos de la calle Mercat hacían cábalas sobre lo ocurrido: «Dicen que uno de ellos está muy mal, había mucha sangre en la casa y todos los muebles estaban destrozados».

El juzgado de guardia de Inca fue informado de la triple agresión y la Guardia Civil tenía previsto detener a los implicados en cuanto tuviera claro quién había atacado a quíen.

Con motivos de las fiestas de Navidad la Policía Local de sa Pobla y la Guardia Civil habían reforzado la vigilancia nocturna en algunos bares y zonas conflictivas, ante el temor de que se registraran refriegas relacionadas con el consumo abusivo del alcohol. La pelea de la calle Mercat, sin embargo, no pudo ser prevenido porque ocurrió en un piso.