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PEP MATAS-GUILLEM PICÓ El fiscal Adrián Salazar, que representa al Ministerio Público en el llamado 'caso Son Banya', pide que declare como testigo el juez Castro cuando se celebre la vista oral. Es éste un hecho inusual en los procedimientos judiciales. Por lo menos en los últimos años no se recuerda en Mallorca un caso igual. En el escrito de calificación provisional de los hechos, del que se informó en parte en la edición de ayer, el fiscal propone una serie de medios de prueba. Entre ellos está la de testifical por interrogatorio de policías, guardia civiles, testigos civiles y la del juez José Castro.

El magistrado fue el que instruyó las primeras diligencias del caso. Un caso que se abrió a raíz del robo de unos siete millones de euros en el poblado, la madrugada del 17 de abril de 2006. Posteriormente se produjeron los presuntos delitos de secuestro, torturas, y más adelante se abrió otra investigación sobre el entonces jefe del Grupo de Atracos y su compañera. El 13 de marzo de 2007 el magistrado dictó un auto de abstención, que se basó en la «enemistad manifiesta» con el policía.

En su escrito, Castro relataba que él y el policía despachaban casi a diario por las investigaciones abiertas, y que juntos diseñaron «una singular estrategia» para capturar a tres paraguayos que habían huido de Mallorca. Al confirmarse la abstención, el sumario pasó a manos de otro juzgado, cuyo titular también se abstuvo, y finalmente lo tramita el Juzgado de Instrucción número 9 de Palma.