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MARIANA DÍAZ-PEP MATAS
María Garcías y Catalina Tauler son las dos mallorquinas que permanecen ingresadas en el Hospital Àlvarez-Buylla, de Mieres, después del accidente ocurrido el pasado lunes en uno de los túneles del Padrún, junto a la citada localidad asturiana. En el autobús viajaban un total de 34 mallorquines, que se dirigían a Astorga (León), para pasar una semana de vacaciones en un viaje organizado por el Imserso. La mayoría de mallorquines son de Palma, Manacor y de Inca.

La inmensa mayoría de los pasajeros sufrieron lesiones sin importancia o leves, y ayer continuaron el viaje programado. En el Hospital AÀvarez-Buylla se quedaron María Garcías, de 72 años, y Catalina Amer, de 63. Con ellas están sus respectivos esposos, César Callejero y Llorenç Truyols, que contaron ayer tarde su experiencia a Ultima Hora. César Callejero cuenta que reside con su esposa en Palma. Del accidente recuerda que «lo pasamos mal, muy mal. Aquello fue un caos y es algo que no le deseo ni a mi peor enemigo. El recuerdo que tengo es de que estábamos todos agarrados donde podíamos. Pensábamos que el autobús iba a volcar y vimos un turismo que prácticamente 'volaba'. Pero por fortuna al final no pasó nada por lo que pudo ser».

Con respecto al estado de salud de su esposa, César dice que «los médicos nos han dicho que sufre policontusiones y una lumbalgia. Si no hay mayores problemas a finales de esta semana regresaremos a Mallorca. Hoy (ayer), ha venido nuestra hija de Palma y estamos bien. En el hospital nos tratan de maravilla y ha llamado gente del Govern. También han venido unas personas del Imserso a interesarse por lo ocurrido».

Llorenç Truyols Riera cuenta que reside en Manacor con su esposa, Catalina Amer Tauler. «En el momento del accidente lo pasamos muy mal -añade-, porque de pronto nos vimos todos metidos en una situación inesperada. Todos nos agarrábamos donde podíamos y esperábamos... yo creo que pensábamos que el autobús volcaría, pero por fortuna no ocurrió nada grave por lo que pudo ser. En el fondo todo se quedó en un susto. Los que viajábamos en la parte trasera fuimos los que sufrimos más golpes o lesiones, porque el autobús iba dando bandazos y se notaba más en la parte de atrás». Con respecto al estado de salud de su esposa, Catalina Amer, Llorenç Truyols comenta que sufre una fractura en una vértebra. Le han puesto un collarín y dentro de lo que cabe está bien. Los médicos nos han dicho que lo más probable es que este fin de semana le puedan dar el alta y regresaremos a Manacor. No obstante, las secuelas le durarán tres o cuatro meses». Igual que César Callejero, Llorenç Truyols agradece todas las atenciones recibidas del personal del hospital y de responsables del Imserso. «También nos han llamado del Govern balear y esta mañana (ayer), lo hizo el alcalde de Manacor, Toni Pastor».