Un hombre de 37 años muere mientras practicaba buceo en aguas de Calvià

La víctima y dos amigos salieron en una barca de Port Adriano y se dirigieron a la reserva marina de la isla del Toro. Una vez allí empezaron a bucear. Todos ellos llevaban el equipo adecuado y tenían experiencia. De hecho, un conocido de Guillermo explicó que éste «solía salir a bucear casi cada fin de semana y no sabemos qué le ha podido pasar».

Al parecer, la víctima apuró demasiado, por un despiste o un exceso de confianza, y se quedó sin aire. Entonces, buscó a sus dos compañeros para pedirles ayuda. Estaban a varios metros de profundidad y, cuando trataban de regresar a la superficie, Guillermo M.V. se ahogó. Los amigos dieron la voz de alarma y llevaron el cuerpo en la barca hasta Port Adriano.

Efectivos de la Guardia Civil y del 061 se desplazaron al lugar con celeridad tras recibir la llamada de auxilio, poco antes de las doce de la mañana. El buceador estaba inconsciente y los sanitarios de la UVI le practicaron maniobras de reanimación sin éxito.

En Port Adriano se personaron familiares y allegados de la víctima y se vivieron momentos de tensión y confusión ya que circulaban muchas versiones sobre lo ocurrido. Los agentes se entrevistaron con los amigos del fallecido para averiguar lo que había pasado e iniciaron una investigación al respecto. Los familiares y amigos quedaron desolados al certificarse el fallecimiento de Guillermo M.V.

Después, el trágico suceso fue comunicado al Juzgado de Instrucción número 6 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia. El juez ordenó el levantamiento del cadáver, el cual fue trasladado al Instituto Anatómico Forense a la espera de practicarle la autopsia.