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No hay tregua, ni respiro. 17 horas después de que se desatara la 'operación Lagos' en Palma se abrió anoche un nuevo frente en la lucha contra el narcotráfico, la 'operación Auborada': decenas de agentes se desplegaron en Santa Ponça y Alcúdia y se intervinieron de 4.000 kilos de hachís en una lujosa mansión. Al cierre de esta edición eran ocho los detenidos.

Si durante todo el martes la Comandancia palmesana había sido un hervidero por el espectacular golpe de mano en Son Gotleu, el Coll den Rabassa y Son Cladera, la noche no fue más tranquila. Los investigadores del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) detectaron la llegada de una planeadora y pusieron en marcha la maquinaria policial. La droga, en fardos, fue descargada en la zona Norte de la Isla y de ahí transportada hasta una lujosa mansión ubicada en la carretera de Inca a Alcúdia.

Los narcotraficantes (españoles, sudamericanos y magrebíes) habían alquilado dos pisos francos en la calle Isabel la Católica, en Santa Ponça (Calvià), que fueron asaltados de forma simultánea. Fueron arrestados seis sospechosos, mientras en Alcúdia los funcionarios del EDOA irrumpían en la finca y detenían a otros dos implicados, que custodiaban el alijo.