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El pederasta que fue condenado el pasado año en Palma, y sobre el que se ha interesado la Fiscalía para conocer su paradero, ya fue detenido en 2001, también en Palma, por abusar de otra menor de quince años de edad. Ultima Hora informó el pasado jueves de que, a instancias de la Fiscalía, se estaba buscando en Palma a un hombre que el año pasado fue condenado a dos años de prisión por abusos a una menor. El delincuente es Alexander Luna Yusti, nacido en Colombia el uno de marzo de 1972 y residente en Palma desde hace años. El último delito que cometió data del verano de 2007, cuando tomó fotos y abusó de una menor en Palma. La policía lo detuvo e ingresó en prisión en julio del mismo año. Cinco meses después salió y se celebró el juicio, en el que fue condenado a dos años de cárcel. Pero por un acuerdo, que ratificó la acusación particular, al hombre se le suspendió la condena y no ha vuelto a ingresar en la cárcel. Pero hace unos días los padres de la víctima denunciaron al defensor del Pueblo que habían visto al hombre cerca de su hija, y que no estaba en la cárcel. De ello se informó al Fiscal General del Estado y, a su vez, a la Fiscalía de Balears para que se aclarara la situación. El fiscal solicitó información del caso al Juzgado Penal 8 de Palma, que es el que lleva a cabo las ejecutorias. Entonces se confirmó que el hombre estaba libre, y la juez decretó una orden de búsqueda y detención, con el objeto de ordenar su inmediato ingreso en prisión.

Pero a día de ayer Alexander Luna ni había sido localizado ni, por supuesto, ha reingresado en la cárcel de Palma.
Además, por parte de este periódico se ha podido constatar que el citado tiene antecedente por el mismo delito.
El 21 de enero de 2001 el hombre, que entonces tenía 28 años de edad, fue detenido por la policía. Se le acusó de un delito de allanamiento de morada y de abusos sexuales a una menor de quince años de edad.

En su día se informó de que el detenido, que era vecino y conocido de la familia de la menor, había entrado en su casa utilizando unas llaves que había robado al padre de la chica. Cuando toda la familia estaba durmiendo la menor se despertó sobresaltada, y comprobó que en su cama estaba el vecino que le tocaba en sus partes íntimas.

Al intentar pedir auxilio el delincuente le tapó la boca para que no gritara. Finalmente la chica golpeó la pared y acudieron sus padres. El delincuente huyó pero fue reconocido, y poco después detenido.