TW
0

AGUSTÍN AGUILÓ

En la Audiencia Provincial de Palma se celebró ayer la primera sesión del juicio contra Rachid Bennis, el marroquí acusado del asesinato de su esposa Noura Hichou ante los ojos de su hijo, menor de edad, el mes de octubre del año 2006.

La sesión se inició con la selección de los componentes del jurado popular que deberá emitir veredicto de inocencia o culpabilidad.

Una vez configurado el jurado, se dio paso al inicio de la vista, en la que las partes acusación y defensa expusieron al tribunal sus calificaciones así como las pruebas que se van a practicar durante el litigio.

Como establece la ley, primero se le dio la palabra a las partes acusadoras compuestas por el Ministerio Fiscal, la letrada Carolina Carrasco en representación de la familia de la fallecida, el Abogado del Estado y una institución de servicios sociales del Consell que está personada también como acusación en nombre de los 4 hijos del imputado. Todos ellos coincidieron en calificar los hechos como asesinato y en solicitar la pena de 21 años de prisión para Rachid. Posteriormente fue el turno de la abogada defensora, Gloria Olmos, que se opuso a calificar lo ocurrido como un delito de asesinato.

Finalizadas las exposiciones de las partes, se dio paso a la declaración de Rachid que contestó a todas las preguntas que le efectuaron excepto a las que pretendía realizar la abogada Carrasco después de que el acusado pusiera en conocimiento de la sala «no querer contestar a ninguna pregunta que proviniera de ella».

La primera pregunta que le realizó el fiscal fue si él se consideraba autor del asesinato de Noura, pregunta a la que contestó «Yo no quería matarla, sólo hacerle un corte en la cara para que no se casase con otro», luego continuó « ella me dijo que había encontrado a un hombre mejor que yo y perdí el control».

Cuando la acusación le preguntó si mantenía un vínculo matrimonial legal con la fallecida, Rachid contestó «la conocí en una celebración en Marruecos, y se me fue la cabeza cuatro días». En este momento el magistrado que presidía la sala interrumpió al acusado para instarle a que no divagara y contestara si estaba casado o no con Noura; esta vez el contestó que «sí».

Para concluir con su declaración, Rachid dijo que no tenía planeado matar a su esposa, «si lo tuviera planeado no lo hubiera hecho en la calle», y que si portaba el cuchillo de 20 centímetros de hoja en la mano, era por seguridad pues días previos al trágico suceso había sido amenazado de muerte por el hermano de Moura.

El acusado, además de la pena de 20 años de prisión por asesinato solicitada por la acusación, también se enfrenta a la pena de un año de cárcel por quebrantamiento de condena, pues un juez de Palma había decretado una orden de prohibición de aproximación y comunicación respecto de Noura, meses antes de su fallecimiento. Rachid quebrantó esa orden cuando el día de autos presuntamente asestó súbitamente varias puñaladas a Noura Hichou en diferentes zonas del cuerpo de la víctima que causaron un shock hipovolémico que derivó en su muerte horas más tarde. Los hechos ocurrieron en presencia de un hijo de ambos, de 10 años de edad, que a día de hoy se encuentre al igual que sus tres hermanas también menores, en un centro de acogida y bajo tratamientos psicoterapéuticos.