Los vecinos se concentraron tras una pancarta en la que podía leerse: «Contra la mentira, Justicia». Foto: JOSEP MARIA SASTRE

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JAVIER JIMÉNEZ Unos sesenta vecinos de Campos, muchos de ellos menores y adolescentes, se manifestaron ayer por la mañana en aquella localidad en favor de los tres acusados de violar a una chica de 13 años. Según los concentrados, los tres jóvenes, que están ingresados en Es Pinaret, son inocentes. La Fiscalía de Menores y la Guardia Civil, por el contrario, creen que hay pruebas suficientes contra ellos para asegurar que cometieron una violación. La agresión sexual, además, fue grababa en vídeo.

La manifestación ilegal, que había sido convocada una semana antes, se inició a las once de la mañana, frente al ayuntamiento de Campos. El propio alcalde, Guillem Ginard, había desaconsejado cualquier concentración que no contara con el permiso de la delegación del Gobierno.

Muy cerca de los manifestantes se ubicaron algunos guardias civiles de paisano, que fueron informando minuto a minuto a la Comandancia de Palma de cómo se desarrollaba el acto. En una gran pancarta se podía leer «Contra la mentira, Justicia» y los jóvenes, entre los que había algunos adultos, recogieron firmas para pedir la libertad de los tres acusados. Durante el acto se lanzaron gritos de «inocentes, inocentes», pero no se registraron incidentes.

La delegación del Gobierno no había permitido ninguna manifestación de apoyo a tres acusados de violación y no se descarta que en los próximos días se tomen medidas por lo ocurrido. Casi todos los participantes eran amigos o compañeros de clase o del equipo de fútbol de los imputados, y están convencidos de su inocencia. En Campos, el caso de los tres menores encerrados en Es Pinaret ha dividido a los vecinos y ha creado cierta tensión entre algunos de ellos.

La Fiscalía sigue investigando los hechos a partir de las pruebas recogidas por la Guardia Civil y en los próximos meses se hará público la petición de condena contra los tres adolescentes, que tienen 17 años. La violación se produjo en una casa, hace dos domingos, y al menos una parte fue grabada en un móvil de uno de los imputados.