El patrón del Playa de Bakio, Amadeo Àlvarez, trasladó ayer por la noche a sus familiares que los secuestradores del atunero los tenían apuntados con metralletas, aunque les dejaban moverse y los trataban «bien dentro de lo que cabe», según narró su hija Rosa Alvarez.
En declaraciones a Europa Press, explicó que pudo establecer contacto telefónico con su padre, Amadeo Àlvarez, residente en Baiona (Pontevedra), y que les confirmó el buen estado de salud de todos los marineros, quienes fueron sometidos a un reconocimiento médico realizado por un facultativo de la fragata Méndez Núñez, que actualmente escolta al pesquero rumbo a Seychelles, donde está previsto que desembarque la tripulación.
Asimismo, comentó a sus familiares que los secuestradores «les dejaban moverse, no les tenían amordazados y les daban de comer». «Por eso interpreto que mi padre decía que les trataban bien», puntualizó.
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