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JAVIER JIMÉNEZ

Siete meses después de la desaparición de Margalida Bestard, la casera de s'Arenal, la Guardia Civil ha detenido al principal sospechoso. Se trata de Antonio S.O., un vecino de la desaparecida que desde el primer momento estuvo en el punto de mira policial. Ya en 1996 fue detenido por la desaparición de otra mujer en Cala Major. El cuerpo de Àngeles Arroyo nunca apareció y él quedó en libertad.

En los últimos meses todas las diligencias de la Policía Judicial se han centrado en Antonio S., que ya aparecía como imputado en el sumario por el caso de Margalida Bestard en el mes de noviembre. Con discreción, los agentes fueron estrechando el cerco y ayer por la mañana, a las diez y media, se desplazaron a una calle entre Son Gotleu y La Soledat, en busca del sospechoso. Poco después fue arrestado, sin ofrecer resistencia. Un vehículo policial lo trasladó a los calabozos de la Comandancia palmesana, en la calle Manuel Azaña, no muy lejos de allí.

El sexagenario quedó recluido en una celda, a la espera de prestar declaración, y facilitó el nombre de su abogado -Carlos Portalo- cuando fue preguntado por la persona a la que quería avisar de su detención. Por la tarde todavía no había prestado declaración de manera formal y está previsto que el trámite se lleve a cabo hoy.

La detención de Antonio S. llega ahora porque, al parecer, se ha descubierto una nueva prueba que podría ser de gran valor para los investigadores. La Policía Judicial busca el cadáver de la señora en una de las propiedades del sospechoso y estaba previsto que unos obreros trabajaran tirando tabiques.

Margalida Bestard desapareció el pasado 10 de octubre, cuando acudió a su edificio de la calle Marineta, en s'Arenal de Llucmajor, para cobrar unos alquileres. Esa mañana desapareció a la fuerza, con una importante cantidad de dinero encima, y poco después se descubrió que había tenido una discusión con uno de sus vecinos, Antonio S.O. El tema no habría tenido tanta importancia de no ser por los antecedentes del sexagenario, que en 1996 fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía por la desaparición de Àngeles Arroyo, una vecina de Cala Major cuyo cuerpo todavía no ha aparecido. Fue entonces cuando saltaron todas las alarmas y la investigación dio un giro radical. Antonio S.O., que está casado y tiene varios hijos, reconoció que se había encontrado con Margalida, pero negó cualquier relación con el caso. Los agentes no le creyeron y en la sombra siguieron investigándole, hasta que ayer se procedió a su detención. El principal escollo con el que se encuentra la Policía Judicial es que no se ha encontrado el cuerpo de la casera de Pòrtol. Si las expectativas beneméritas se cumplen, esta circunstancia podría cambiar en el transcurso de los próximos días. De ser así, la implicación de Antonio S.O. será muy evidente. En caso contrario, las pruebas contra él no serían definitivas.