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JULIO BASTIDA-VASIL VASILEV Jornada negra para la conducción en Palma y Andratx. En la madrugada del viernes al sábado la capital balear fue escenario de dos accidentes de consideración.

El siniestro que revistió mayor gravedad se produjo sobre las dos de la madrugada en la intersección del cruce de la calle Joan Alcover, número 35 con las calles Manuel Azaña y Pérez Galdós.

En ese momento un joven que conducía su motocicleta de 49 centímetros cúbicos de marchas, bajaba por la calle Joan Alcover dirección Gesa y al tener el semáforo en verde prosigió la marcha. En ese momento un coche se saltó el luminoso en rojo y arrolló al motorista, dándose a la fuga.

El joven fue atendido rápidamente por efectivos de los servicios de emergencia. Varias dotaciones de la Policía Local realizaron una persecución de un vehículo que coincidía con la descripción, pero finalmente no se consiguió detener al infractor. En estos momentos, los agentes están localizando al conductor fugado, dado que disponen de la matrícula del turismo. No se descarta la detención en breve.

Por otra parte, en Camp de Mar, en Andratx, un Mercedes y un Volkswagen Polo, colisionaron a las cuatro de la tarde de ayer. Los ocupantes del Mercedes, todos de nacionalidad germana, sufrieron varios golpes que no revisten gravedad. En el interior del habitáculo, también se encontraba una niña de seis años de edad que tuvo que ser atendida por los efectivos sanitarios desplazados hasta el lugar del siniestro. Finalmente, en la plaza Pont de Palma, a las once y media de la noche, se produjo un nuevo siniestro. En esta ocasión se vieron implicados un motorista y un turista que conducía un flamante Audi TT. Las causas del accidente están siendo investigadas por los agentes de la unidad de atestados y accidentes de la Policía Local.

Como consecuencia de la colisión entre el turismo y la motocicleta, el joven cayó al suelo y quedó tendido sobre el asfalto. Los primeros en llegar al lugar de los hechos fueron dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía quienes le practicaron los primeros auxilios. Acto seguido llegó la ambulancia.

El joven, al parecer, sufrió una crisis de ansiedad y gritaba continuamente, hecho que provocó que hasta el lugar del siniestro se acercaran más de veinte personas que en esos momentos paseaban por la calle para interesarse por el estado en el que se encontraba el joven motorista.

Los servicios sanitarios lo trasladaron con urgencia a un centro hospitalario.