Miquel Ballester, el bombero de Palma que fue arrastrado por un remolino durante unas prácticas de rescate en ríos, riadas y aguas bravas en Lleida, continúa ingresado en un hospital de la provincia catalana en estado muy grave.
Fuentes de los Bombers de Palma informaron que el último parte emitido por los médicos, ayer por la tarde, describía la situación de Miquel como «estable, siendo su estado muy grave. Se mantiene la respiración asistida, aunque la saturación de oxígeno en sangre ha sufrido una notable mejoría respecto del último parte emitido. Se le mantiene sedado con coma inducido. Se ha manifestado un ligero estado febril, relacionado con un aumento de la presión intracraneal que durante las próximas horas será aliviada mediante la implantación de un catéter craneal».
Desde el Cos de Bombers de Palma se mostraron esperanzados en que su compañero, casado y de 42 años de edad, experimente una rápida mejoría y mandaron un fuerte abrazo a sus familiares y amigos.
El accidente ocurrió el miércoles por la mañana en el municipio de Llavorsí, en Lleida. Catorce bomberos de Palma realizaban un curso de rescate en ríos, torrentes y aguas bravas. Las prácticas estaban enmarcadas dentro de la formación de los bomberos a nivel oficial y se llevaban a cabo en el río Noguera Pallaresa. Los catorce bomberos iban acompañados de un monitor. Los tres últimos entraron en un remolino. El antepenúltimo y el penúltimo tuvieron problemas pero pudieron salir. No obstante, Miquel, que cerraba el grupo, fue arrastrado por la fuerza del agua y fue rescatado en parada cardíaca. Tras 15 minutos de maniobras de reanimación fue remontado y trasladado en helicóptero al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida.
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