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JAVIER JIMÉNEZ Un chófer catalán arribó ayer al puerto de Palma con un cargamento especial: más de tres kilos de cocaína de gran pureza. La Guardia Civil investiga quién pagó a R.S.A., de 30 años, para hacer el trayecto a Mallorca con el alijo.

A primera hora de la mañana de ayer los agentes ya estaban prevenidos de la llegada del camionero. El camión frigorífico fue registrado a fondo y el perro antinarcóticos «Beny D5», un auténtico fenómeno detectando alijos, olisqueó nervioso la cabina y al final marcó el lugar donde estaba oculta la droga.

Los agentes del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) desmontaron algunas piezas y encontraron tres paquetes envueltos en plástico y untados en una sustancia orgánica, que se utiliza para despistar precisamente a los perros adiestrados. R.S.A. , que al parecer carecía de antecedentes, fue detenido por un delito contra la salud pública y el camión quedó precintado, para ser sometido a una inspección más exhaustiva. La cocaína intervenida es de gran pureza y su valor en el mercado habría sido considerable.

El acusado fue trasladado a la Comandancia palmesana, en la calle Manuel Azaña, para ser interrogado por los agentes antidroga. En las próximas horas será puesto a disposición judicial, en los juzgados de Vía Alemania. Se trata de la intervención de cocaína más importante de los últimos meses por parte de la Benemérita.