Instante en el que el detenido permanecía en el interior del vehículo policial a la espera de ser trasladado. Foto: MICHELS

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JULIO BASTIDA-MICHELS

Pasaban unos minutos de las once de la noche del pasado jueves, cuando desde la calle Margarita Monlau, en Palma, se requirió la presencia del CNP. Dos patrullas acudieron al lugar y se encontraron con una persona que había sufrido una sobredosis. Dicha persona se negó a ser atendida, se subió a un turismo Opel Vectra y se dio a la fuga. El sospechoso responde al nombre de Àngel Alfonso y es un viejo conocido de la policía por haber protagonizado el intento de homicidio de un guardia civil en Son Ferrer el pasado día 11.

Àngel Alfonso, en las proximidades del poblado de Son Banya, recibió el requerimiento por parte de una patrulla de agentes para realizarle un control rutinario. En ese momento, el detenido hizo caso omiso a las indicaciones policiales y emprendió su huida a toda velocidad.

A partir de ese momento se inició una espectacular y peligrosa persecución. Los agentes solicitaron refuerzos a la central, que a su vez notificó el aviso a la Guardia Civil y a la Policía Local. En cuestión de varios minutos, tras el coche del fugitivo se sumaron tres dotaciones del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil y numerosas patrullas de la Policía Local de Calvià.

El conductor que circulaba a toda velocidad dirección a Andratx, fue interceptado a la entrada del túnel de Peguera a escasos cincuenta metros de la entrada del mismo.

Se daba la casualidad de que en esos instantes, unos operarios del destacamento de carreteras del Consell de Mallorca estaban realizando tareas de adecuación de la calzada y pintura y por ese motivo se produjeron numerosas retenciones de tráfico, ocasionando que el conductor fugado no tuviera más remedio que detenerse en la autopista. En ese instante los agentes que protagonizaron la persecución aprovecharon para detener al sujeto en cuestión.

El detenido fue introducido en un vehículo policial y durante algo más de media hora estuvo gritando y muy alterado.

Acto seguido, condujeron al detenido hasta el cuartel de la Policía Local de Calvià, en Son Bugadelles, para realizarle la correspondiente prueba de alcoholemia y tóxicos. Mientras tanto, los agentes hicieron un exhaustivo registro del vehículo y localizaron varias jeringuillas en su interior. Finalmente, los agentes realizaron el atestado correspondiente y se procedió al traslado del acusado.

Una vez realizada la identificación del conductor y comprobado de que se trataba de Àngel Alfonso, el esquizofrénico que tras pasar diez días recluido en el área de psiquiatría de son Dureta tras presentar un trastorno mental avanzado, los agentes notificaron tal situación a las instancias pertinentes.

El pasado jueves día 15, Josefa, la madre de Alfonso afirmaba: «Mi hijo no es un delincuente, es un enfermo que necesita ayuda». «Somos los únicos que queremos ayudarle y no se puede acercar a nosotros, es increíble», añadía su hermana Mari Àngeles. La familia temía que la historia se pudiera repetir y realizaba un llamamiento desesperado. Alfonso, el domingo 11 de mayo, se enfrentó a su familia, tras sufrir uno de sus episodios de violencia repentina. Dos guardias civiles acudieron a calmarlo y el joven blandió un cuchillo e intentó matar a uno de ellos.