TW
0
LL. GARCIA/M. JOY Pocas horas después de producirse la rissaga que, con una brusca oscilación del nivel del mar de más de un metro y medio, afectó el Port de Sóller la noche del domingo, otra marea de más de un metro tuvo lugar sobre la una de la madrugada del lunes y alertó de nuevo a pescadores y propietarios de embarcaciones, aunque en esta ocasión tampoco no causó daños materiales. Ayer , operarios de Ports revisaron los pantalanes flotantes ante el temor que alguna de las oscilaciones hubiera podido soltar otras estructuras con el consiguiente peligro para las embarcaciones amarradas.

Buenos conocedores del Port explicaron que el pantalán se soltó, poniendo en peligro los cinco yates de lujo que había en aquel momento (y otras embarcaciones en el contramuelle) por un diseño de los anclajes que no está preparado para unas oscilaciones que, en condiciones normales, no se dan en el Mar Mediterráneo.