Tres amigas de la joven violada y apuñalada aguardan noticias sobre su estado. Foto: MICHELS

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La víctima de la violación y apuñalamiento sigue recuperándose de sus heridas y ya está fuera de peligro. Varios guardias civiles la vigilan día y noche, ante la posibilidad de que agresor intentara rematarla en el hospital. De hecho, los investigadores tiene la certeza de que el atacante quería matarla y que dejó de apuñalarla cuando pensó que había muerto.

Una de las cuchilladas le rozó el corazón, otra le perforó el pulmón y una tercera se acercó peligrosamente a sus órganos vitales. El desconocido, que acababa de violarla en su casa, quería matarla, pero falló. Un detalle que llama la atención es que Sheryl, que fue seguida de madrugada por el violador cuando salía del pub de Magaluf donde trabaja, gritó desesperadamente cuando el individuo la atacó en la escalera. El hombre, moreno, de pelo corto y complexión atlética, la agarró por el pelo y la arrastró hasta su casa, mientras ella no dejaba de pedir ayuda. Los alaridos tuvieron que ser escuchados por los vecinos, pero nadie acudió en ayuda de la británica.

En el rellano le propinó una paliza bruta, para que dejara de ofrecer resistencia, y dentro de la casa de la joven siguió golpeándola con furia. Luego, con la víctima extenuada, la violó y después se subió sobre ella y la apuñaló por tres veces.

Ahora se ha descubierto que días antes de esta salvaje violación, otra extranjera de la misma zona fue abordada por un individuo de idénticas características, que intentó forzarla. La víctima quedó muy afectada y no interpuso denuncia, aunque ahora ha salido a relucir lo ocurrido.

La Guardia Civil ha destinado a numerosos agentes para localizar al individuo, que podría ser norteafricano, ya que es un delincuente sexual muy peligroso y, al parecer, reincidente.

El aeropuerto y el puerto están en máxima alerta por si el violador intenta salir de la Isla.