El fuego se inició en este cuadro de mando eléctrico de la cuarta planta del hospital. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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A las dos y cuarto de la madrugada se dispararon todas las alarmas en Son Llàtzer. En la planta 4A, donde se ubica el cuadro de mando eléctrico, se había producido un cortocircuito y un denso humo se estaba colando por aquel piso.

Rápidamente, desde la dirección del hospital se puso en marcha el dispositivo de emergencia especial, al tiempo que eran avisados los bomberos y la policía. El coordinador de guardia y los directivos del hospital decidieron comenzar la evacuación de los pacientes de las plantas 4A, 3A y 2A y los que carecían de movilidad fueron trasladados a las unidades de hospitalización contiguas (H4B, H3B y H2B). El resto se desplazó a los vestíbulos y Gerencia, a la espera de que los bomberos dieran por concluidas las tareas de extinción.

Los más de 60 enfermos cambiados súbitamente de habitación estuvieron atendidos, de madrugada, por médicos de urgencias y en el caso de las mujeres embarazadas o madres con hijos fueron ginecólogos los encargados de velar por ellas. Desde el hospital se informó de que «los pacientes tuvieron un comportamiento impecable y colaborador». Carlos Ricci, director gerente de Son Llàtzer, destacó por su parte la actuación del personal de guardia, que cumplió de forma escrupulosa con el protocolo de incendios. A las cuatro de la madrugada, aproximadamente, el hospital recobró la normalidad y los pacientes pudieron regresar a sus habitaciones. Dos trabajadores -un auxiliar y un empleado de mantenimiento- resultaron intoxicados de carácter leve por inhalación de humo y tuvieron que ser atendidos en urgencias. Su estado, en cualquier caso, no era preocupante.

El fuego no afectó el funcionamiento normal del hospital, si bien las peticiones de radiología tuvieron que realizarse en papel hasta por la tarde. Además, los ascensores del ala A del hospital permanecerán fuera de servicio durante 48 horas.

Ayer por la mañana la normalidad era prácticamente absoluta en el centro hospitalario, tras una noche muy larga. El siniestro de la madrugada era el tema de conversación entre médicos, celadores y enfermeras. También los pacientes comentaban el sobresalto nocturno.