José R.M, el toxicómano acusado de matar al cocinero de Artà Pedro Bonnín, en el año 2005, declaró ayer en juicio. «Yo no maté a Pedro, él siempre me ayudaba; pero había mucha gente del pueblo que le tenía ganas por sus problemas sexuales con los niños», dijo.
El presunto asesino también apuntó que el fallecido «tomaba muchas precauciones de seguridad porque sentía mucho miedo», «tenía cuchillos repartidos por toda la finca, y además dormía con una escopeta recortada debajo de la cama».
En su declaración, José R.M. volvió a hacer mención de la citada arma al manifestar que si hubiera querido matar él mismo a Bonnín, «le hubiera pegado un tiro con la recortada».
Cuando el Ministerio Fiscal, que pide 20 años de prisión para el toxicómano, le preguntó dónde se encontraba el día de autos, el procesado declaró: «Como siempre, estaba en Son Banya, comprando droga, y al día siguiente estuve robando en varios comercios».
Junto a él, también se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Palma dos individuos acusados de encubrimiento. Uno de ellos negó haber obstaculizado la investigación, y el otro acusado no declaró por estar 'indispuesto'.
Posteriormente fue el turno de la declaración de los guardias civiles que instruyeron las investigaciones. Los agentes coincidieron en manifestar que existían pruebas de que José R.M. apuñaló unas 10 veces a su 'amigo' Pedro Bonnín, al que después remató golpeándole con una piedra en la cabeza, y que luego había huido con su coche, que quemó al día siguiente en Algaida. Hoy está previsto que continúe el juicio.
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