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JAVIER JIMÉNEZ No podían encontrar peor sitio para sufrir una avería. Cabrera y sus aguas están permanentemente vigiladas por la Guardia Civil, por lo que la presencia de una lancha con dos potentísimos motores fondeada en el archipiélago fue un reclamo más que suficiente para que el Servicio Marítimo cayera sobre los dos 'narcos' que pilotaban la nave. El botín: 1.400 kilos de hachís.

En la tarde del viernes la patrullera de la Benemérita reparó en una lancha de la marca Larva, con matrícula de Villagarcía de Arosa (Galicia). La planeadora tenía dos motores de 150 caballos de potencia cada uno, y ocho metros de eslora. Había cargado 46 fardos de hachís en la costa marroquí y se dirigía a Palma a desembárcalos, pero un inoportuno fallo mecánico truncó sus previsiones. Quedaron a la deriva en aguas de Cabrera y parece ser que pidieron ayuda a algunos de sus cómplices. El refuerzo no llegó a tiempo. Sí lo hizo una patrullera verde, que nada más acercarse a la nave comprendió que se trataba de narcotraficantes.

La droga sobresalía de la nave y los dos tripulantes "un mallorquín sin antecedentes y un gallego" no tuvieron ni tiempo de reaccionar. Sólo pudieron entregarse, mientras la droga y el barco eran remolcados a s'Estanyol.

Los investigadores creen que José Manuel S.G., de 31 años, y José Manuel C.R., de 50, iban a distribuir los fardos por Palma, con la ayuda de otros implicados que podrían ser detenidos en las próximas horas. Hoy por la mañana está previsto que los dos traficantes sean puestos a disposición judicial, en el juzgado de guardia de Palma.