Las carreteras de la Isla se han cobrado dos nuevas víctimas. En esta ocasión se trata de un chico de nacionalidad extranjera, de quince años de edad, y de otro joven de 26 años.
El primer accidente mortal se produjo en la tarde del pasado jueves en la carretera que une las localidades costeras de Porto Cristo con Cala Bona, concretamente en las inmediaciones del campo de fútbol conocido como Can Simó. Al parecer y, según las primeras hipótesis de la investigación realizada por la Guardia Civil, el joven de 15 años viajaba de paquete en una moto que colisionó con otra, conducida por un hombre de 45 años, que se encuentra crítico en el hospital de Son Dureta. Según el último parte médico tiene un politraumatismo craneoencefálico y se encuentra en la UCI del centro sanitario.
El joven de 15 años no superó las graves heridas sufridas y en la madrugada de ayer falleció en el hospital. El chico era vecino de Son Servera, cursaba estudios en el instituto del municipio y su muerte ha causado gran conmoción en la localidad.
La segunda víctima mortal se produjo a las cinco y veinte de la tarde de ayer en una salida de la vía en el kilómetro 11 de la carretera de Alcúdia-Artà, a la altura de la curva de Borges, en sa Colònia de Sant Pere. Se trata de un conductor de 26 años, cuyo coche, por causas que se investigan, se salió de la carretera y chocó contra un árbol, lo que provocó el fallecimiento.
Por otra parte, alrededor de las cinco de la madrugada se produjo otro siniestro grave en Palma. Una furgoneta que circulaba por el Passeig Marítim se detuvo en un semáforo en rojo. En ese momento, un motorista de unos 18 años se estrelló contra la parte trasera del vehículo, quedando tendido en el suelo. Al desplazarse los servicios de emergencia comprobaron que el joven sangraba abundantemente por la cabeza y tenía desplazada la rodilla.
Varios minutos más tarde, el conductor de un Porsche que circulaba por la plaza des Fortí en dirección a la calle Ramón y Cajal, cuando en una curva perdió el control del vehículo, se subió a la acera izquierda y colisionó contra un buzón de correos y un árbol. El impacto fue de tal dimensión que consiguió arrancar de cuajo el árbol y el buzón. El conductor de mediana edad, resultó ileso pero quedó detenido por conducir bebido.
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