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Una vecina de Sóller y su hijo, de unos 25 años, se llevaron un terrible susto el pasado domingo cuando se encontraron una serpiente en la terraza de su piso. Se trataba de una boa constrictor de más de un metro de largo que había salido misteriosamente de detrás de la lavadora.

Ante la inesperada situación, la mujer y su hijo pidieron ayuda a la policía. Tras recibir la llamada de alerta, efectivos de la Policía Local y una dotación de los Bombers de Mallorca del parque se Sóller se desplazaron al domicilio, un segundo piso ubicado en la calle Capità Angelats.

La llamada causó cierta sorpresa e incredulidad entre la Policía y los Bombers. Un miembro de este último cuerpo que participó en el servicio indicó: «Nos habían llamado para rescatar perros, gatos, ovejas, caballos y otros animales, pero nunca por una serpiente, y no sabíamos lo que íbamos a encontrar».

Al llegar al piso hallaron a la mujer, de mediana edad, y a su hijo bastante apurados. El joven estaba en el balcón asustando a la serpiente con el palo de una escoba, y explicó que en ese momento la boa acababa de bajar hacia la planta baja de una finca vecina a través de una enredadera. Los Bombers y un agente fueron hacia esa vivienda. Un señor les abrió y, al pedirle si tenía una serpiente, respondió que él no, pero su hijo sí.

El chico dijo que se le había estropeado el terrario y hacía dos o tres días que la serpiente se había escapado, pero que podían estar tranquilos porque era inofensiva y no hacía nada, aunque la madre y el joven que la encontraron en su terraza no pensaban lo mismo.

Finalmente, la serpiente apareció en una esquina del jardín y el chico la cogió y la introdujo en el terrario. El agente le pidió los papeles al chico, pero éste dijo que los había perdido y tenía que ir a la tienda donde compró la boa a buscar un duplicado. La Policía le dio tres días para que presentara la documentación en el cuartel y, al final, todo quedó en un susto.