La Policía y la Guardia Civil han extremado la seguridad en el palacio de Marivent.

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JAVIER JIMÉNEZ

El jueves el guardia civil de la Casa Real se personó en la Jefatura de la calle Ruiz de Alda para explicar los detalles del hurto. El funcionario, que cubre la seguridad de la familia real durante su estancia veraniega en Mallorca, contó que le habían sustraído al descuido su riñonera, que contenía su pistola reglamentaria, su documentación personal y un carnet de acceso al palacio de Marivent.

El Cuerpo Nacional de Policía reaccionó sin demora dada la gravedad de la denuncia y se coordinó con la Comandancia palmesana, que ya estaba al corriente de la situación y había adoptado las medidas necesarias. La Policía Local de Palma, por su parte, también recibió los detalles del robo y los agentes de la tarde y de la noche comunicaron por emisora a sus compañeros que «alguien» había robado una pistola reglamentaria y un carnet de Marivent.

El código de acceso al palacio del guardia que sufrió el robo fue rápidamente cancelado, para que nadie pudiera entrar en aquellas dependencias. Sin embargo, se recomendó reforzar la seguridad en la zona por si surgía algún imprevisto. El CNP montó una serie de controles en la zona de Portopí ante la posibilidad de que el delincuente que robó la bolsa del guardia estuviera por los alrededores, pero no se halló ni rastro del sospechoso. Los Grupos de Información de los dos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado continuaban ayer con intensas gestiones para aclarar el paradero del arma y del carnet. Las investigaciones se llevaron a cabo con el máximo hermetismo y al cierre de esta edición todavía no se había localizado la «mariconera» desaparecida. Ayer la seguridad en Marivent fue muy contundente, con motivo de la visita del presidente Hugo Chávez, y las fuentes consultadas indicaron que el resto del verano la vigilancia será «tan estricta como hoy, aunque más discreta».