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Familiares de las víctimas del vuelo de Spanair siniestrado ayer en el Aeropuerto de Barajas comenzaron hacia las 21.00 horas de de la noche las primeras labores de identificación de fallecidos. Los cuerpos sin vida fueron trasladados al recinto ferial de Ifema, habilitado como tanatorio, según confirmaron fuentes del ayuntamiento de Madrid.

Unos 80 trabajadores sociales y psicólogos de SAMUR, SAMUR Social y Madrid Salud, atendieron a los allegados en las salas habilitadas del Pabellón 6 del reciento ferial.

Para la identificación, un representante de cada fallecido describía a su familiar a un psicólogo que lo localizaba en una lista y acompañaba al allegado a la identificación definitiva, según comentaron las mismas fuentes.

En las tareas de atención también participó personal de Cruz Roja y la Asociación de Hoteleros de Madrid gestiona con el Ayuntamiento transporte y alojamiento gratis para los familiares que residen fuera de la capital. Una de los familiares que se encoentraba en la Sala VIP habilitada en el aeropuerto confirmó que su nieto, un músico de 22 años de la localidad de Vecindario y su novia procedente del municipio de Telde que hacían escala desde un vuelo procedente de Miami, llamó minutos antes de la hora prevista para el vuelo y después enlazaron con el avión que se accidentó.

Primero en el aeropuerto de Las Palmas y después en Barajas, se vivieron escenas de enorme tensión entre los familiares de los pasajeros. Todavía no había confirmación oficial de los fallecidos, pero muchos familiares estaban totalmente destrozados anímicamente. Varias mujeres sufrieron desmayos y tuvieron que ser atendidas por equipos médicos. Gritos de dolor, sollozos, nombres propios que se repetían...

Los periodistas que estaban tanto en Las Palmas primero como en Barajas después, trataban de recoger las impresiones de estas personas. Muchas de ellas hacían grandes esfuerzos para hablar, y contar lo poco que sabían de lo ocurrido, y lo mucho que querían a sus allegados.

Fueron también muchos los familiares que se abrazaban entre sí, como intentando consolarse, pese a que hasta ayer ni tan siquiera se conocían.
En Barajas se vivieron escenas muy emotivas y los familiares que asó lo quisieron fueron acomodados en la sala VIP, donde recibieron todo tipo de atenciones por parte de todos, desde empleados hasta autoridades, pasando personas que simplemente se encontraban de paso en el aeropuerto, o estaban a la espera de coger el vuelo con el que tenían que desplazarse.