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La rotura accidental de una tubería conductora del gas provocó ayer tarde la alarma en la calle 386, en Palma, y un importante despliegue policial y del Cos de Bombers, así como de personal de GESA y de la empresa Cobra.

Los hechos se iniciaron sobre las tres y media de la tarde. En la citada calle se está construyendo un gran edificio.
A la hora citada, uno de los obreros que manejaba una máquina taladradora perforó por accidente la tubería conductora del gas en la zona, una tubería que tiene 20 centímetros de diámetro. Al advertir lo que acababa de ocurrir el capataz ordenó a todos los obreros que había en el edificio, una treintena, que lo abandonaran de inmediato.

También se llamó a la policía, desplazándose al lugar varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía, de la comisaría Norte de la Policía Local de Palma, y efectivos del Cos de Bombers.

La primera medida que se tomó fue la de cortar la calle al tráfico rodado y a los peatones, y se tomaron lógicamente otras medidas de precaución en previsión de males mayores. Poco después llegaron operarios de GESA, que trabajaron para reparar la avería. Los obreros y vecinos, así como personas que pasaban por el lugar, se mantenían expectantes. Sobre las cinco y cuarto de la tarde el 112 informó de que el escape de gas se daba por controlado, y de que el tráfico rodado se daba ya por restablecido.

El capataz de la obra manifestó a este periódico que ningun obrero resultó lesionado.
Al final todo se quedó en un susto y los obreros, una vez subsanada la avería, regresaron al edificio en construcción sin ningún problema.
Policías y bomberos se retiraron también de la zona, que recuperó la completa normalidad.