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JULIO BASTIDA El número 20 de la calle Son Peretó de Palma, sito en la barriada de Son Rapinya, presenta desde hace varios años un complejo problema para los agentes policiales y los servicios de extinción de incendios.

Por causas que se desconocen, pero que están siendo investigadas, los vehículos aparcados por la noche frente al número 20 aparecen calcinados a la mañana siguiente.

Nuevo caso
En la madrugada del pasado domingo se produjo un nuevo caso. En esta ocasión, un Audi A3 prácticamente nuevo resultó afectado por el efecto devastador de las llamas. A las doce y cuarto saltaban las primeras voces de alarma. Rápidamente, los Bombers de Palma, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía se desplazaban al lugar del siniestro y comprobaban 'in situ' el misterioso incendio.

Según el relato de uno de los vecinos, «desde hace unos años, los residentes de la zona no queremos aparcar delante de esta casa porque casualmente cuando aparcas delante del número 20 le prenden fuego», finaliza.

Los investigadores, al principio, no descartaron que se tratara del propietario de la vivienda, que no quisiera que nadie aparcara frente a su garaje. Pero esta hipótesis quedó descartada dado que el propietario de la vivienda tiene inutilizado el paso de vehículos en su cochería, ya que la utiliza como almacén de herramientas. A la vez, el propietario de la casa aparca su propio turismo en calles adyacentes por miedo a que su coche particular sea incendiado.

Los agentes encargados de la investigación descartan que se trate del conocido pirómano de Palma que tiene en vilo a los cuerpos de seguridad desde hace varios meses.

Un vecino de la calle Son Peretó añade: «Hace unos días dejé mi todoterreno frente al número 20 y, por un descuido, dejé una ventanilla un poco abierta. Cuando llegué ya me habían lanzado al interior del coche algo para incendiarlo».

Otro residente añade: «Yo dejé mi coche delante de la casa misteriosa y no me lo quemaron, pero me tiraron un bote de pintura roja».
Finalmente, un tercer vecino puntualiza, en tono de broma: «Llamaremos a Iker Jiménez, de Cuarto Milenium, para que haga un reportaje».