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AGUSTÍN AGUILÓ 'Este es mi mundo y tú no puedes abandonarlo, todo está en mis manos'. Con esta cita estampada en inglés en su sudadera, el ecuatoriano Augusto Fernando V. reconoció ayer ante un jurado popular haber acuchillado de muerte a la que fuera su esposa, Olimpia Ketty, y el amante de ella, Jordi Baez, el 27 de enero del año pasado en la calle Málaga de Palma.

El juicio relativo al doble crimen arrancó ayer en una de las salas de la Audiencia Provincial de Palma.
Una vez fueron que seleccionadas las nueve personas que iban a componer el jurado, se dio la palabra a las partes acusadoras y al abogado defensor Bartomeu Oliver, que aprovechó para solicitar al tribunal que fueran «justos» en su veredicto.

Acusado
Posteriormente era llamado a declarar el propio acusado, que de inicio manifestó sentirse «muy arrepentido, cada día me pregunto por qué lo hice».
A preguntas del Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado y la acusación particular, Augusto Fernando relató pormenorizadamente como el día de autos, a pesar de tener una orden de alejamiento respecto de su esposa, se dirigió al domicilio de ella situado en la calle Málaga.

«Fui a su casa para darle una sorpresa y prepararle la cocina, pero ojalá no hubiera ido», declaró el acusado a la vez que explicó como después de haber estado tocando el timbre, entró en la vivienda del vecino, para desde allí saltar y acceder a la morada donde vivía su esposa.

Según la acusación, una vez dentro de la vivienda, Augusto estuvo esperando oculto durante tres horas, esperando a que acudiera Olimpia. «Llevaba tiempo siguiéndole porque tenía sospechas de que me había sido infiel, y quería saber con quién» manifestó el acusado.

Ella fue la primera en llegar al lugar, y posteriormente hizo aparición Jordi, jefe y a la vez amante de Olimpia. Ambos se dirigieron al dormitorio, se desvistieron y cuando se dirigían a iniciar el acto sexual, irrumpió Augusto, que con dos cuchillos en la mano se abalanzó sobre ellos apuñalándoles repetidamente hasta que los mató.

Tales hechos no fueron negados por el acusado, que dijo: «Cuando entraron quise irme, pero cuando les vi desnudarse perdí la cabeza». Aunque dijo tener «lagunas mentales» porque horas antes había estado ingiriendo «gran cantidad de alcohol», Augusto indicó al tribunal que primero atacó a Jordi, con el que forcejeó y después acuchilló en la espalda. Luego se dirigió hacia Olimpia y también la mató.

En la versión que mantienen las partes acusadoras, Augusto Fernando entró sorpresivamente en la habitación, y sin que tuvieran opción alguna de defenderse, abordó a los amantes.

Primero atacó al hombre, el cual recibió hasta 11 puñaladas en la zona abdominal y una en el corazón. Luego abordó a Olimpia con seis puñaladas, quedando muy malherida y falleciendo después mientras era trasladada a un hospital.

Augusto reconoció al fiscal que después de haberla acuchillado, su ex esposa le agarró agónicamente de la camiseta, y él se la quito para poder huir.
El procesado abandonó el lugar del doble crimen con las ropas ensangrentadas, siendo detenido posteriormente por la policía.
Asesinato
La acusación ha calificado estos hechos como dos delitos de asesinato con alevosía y agravante de parentesco, un delito de allanamiento de morada y le imputan también, el quebrantamiento de la orden de alejamiento respecto de su víctima.

Por la presunta comisión de tales cargos, Augusto Fernando se enfrenta a una petición de condena que asciende a los 42 años de internamiento en prisión. Además, también se ha pedido que durante el tiempo de cumplimiento de la condena, pierda la patria potestad de sus dos hijas menores de edad.