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La junta permanente del Colegio Oficial de Médicos de Balears se reunió ayer, con carácter de urgencia, para adoptar medidas contra J.P.O., el otorrino que fue detenido la semana pasada en Palma por fotografiar a pacientes desnudas.

Poco después, el presidente del Colegio de Médicos, Joan Gual, informó sobre las medidas acordadas contra el médico imputado por los presuntos delitos de abusos sexuales y contra la intimidad en el ejercicio de su profesión. «La junta ha adoptado dos medidas, por un lado abrir un expediente disciplinario al médico y, en segundo lugar, personarnos en la causa como acusación particular», manifestó Joan Gual.

Respecto a la apertura del expediente disciplinario contra J.P.O, el presidente del Colegio de Médicos de Balears afirmó: «Se nombrará a un instructor y a un secretario para que recopilen las pruebas que consideren necesarias. Luego, el instructor, que será un médico, hace un pliego de cargos y decide, o no, proponer una sanción al pleno de la junta de gobierno del Colegio. Si el instructor considera que hay una falta muy grave, el Colegio de Médicos puede suspender de ejercicio profesional al acusado, por un periodo de entre seis meses y dos años, y también imponerle una multa económica». Joan Gual manifestó que en todo este proceso, que se llevará a cabo independientemente de las acciones judiciales en contra del otorrino imputado, se garantizará que el acusado pueda aportar sus argumentos y defenderse.

En relación a la determinación de que el Colegio de Médicos se personará como acusación particular, Joan Gual indicó que «la principal función del Colegio es garantizar y promover una mejor atención sanitaria de los profesionales a los ciudadanos».

No obstante, el presidente del Colegio quiso remarcar que «estamos ante un caso aislado y muy poco común y la mayoría de situaciones entre el médico y el paciente que tenemos son excelentes».

El otorrino J.P.O. fue detenido por la policía el jueves de la semana pasada, después de que una paciente lo denunciara por hacerle fotos sin ropa. El sábado por la mañana fue puesto a disposición judicial. La juez del Juzgado de Instrucción número 12, que se encarga del caso, decidió su ingreso en prisión, eludible bajo fianza de 30.000 euros. Durante su declaración ante la juez, el médico admitió los hechos que se le imputan. Dos días después se abonó la fianza y el médico abandonó el centro penitenciario de Palma.