Pese a la crisis, Mallorca se ha solidarizado con la familia de Wilmer, el inmigrante boliviano que fue atropellado mortalmente el pasado sábado en la carretera de Manacor. Los allegados del joven han recogido ya una importante cantidad de dinero, con el que podrán hacer frente a los gastos fúnebres y también ayudar a los padres de Wilmer, que viven sin recursos en Santa Cruz.
«Estamos muy agradecidos con las donaciones de particulares, porque han querido ayudar a nuestra familia de forma desinteresada», comentó ayer Henry, el primo de Wilmer. La compañía aérea boliviana Aerosur se encargará, casi con toda seguridad, de trasladar los restos mortales del inmigrante de Madrid a la ciudad boliviana de Santa Cruz, por un coste simbólico de 50 euros. Se trata de una empresa que acostumbra a repatriar cadáveres de compatriotas desde España a Bolivia, para liberar a las familias humildes del pago del traslado. Inicialmente, a la familia mallorquina de Wilmer les solicitaban 5.500 euros en concepto de gastos fúnebres y de traslado en avión. La ayuda desinteresada de muchos anónimos y de Aerosur permitirá cubrir esos gastos.
Hoy se celebrará el velatorio en el cementerio de Son Valentí, al que está previsto que acudan numerosos bolivianos residentes en Mallorca, para solidarizarse con la familia de Wilmer. Días después, entre el lunes y el martes, se trasladará el cuerpo por avión y recibirá sepultura en su país. Los padres del inmigrante y sus hermanos están, lógicamente, muy afectados por la noticia de la muerte de joven y Fredy, hermano de la madre de Wilmer, explicó que la progenitora es la que peor lo lleva: «Está francamente mal».
El inmigrante fallecido llevaba cerca de un año viviendo en Mallorca, donde realizaba algunos trabajos para «ir tirando», según relataron sus amigos. Todos destacan que era una «bellísima persona» y que no le gustaba meterse en problemas.
Atropello
En la madrugada del viernes al sábado pasado acudió a una fiesta en Casablanca y parece ser que tuvo algunos problemas con su novia. Salió a la calle desconcertado y cruzó la carretera de Manacor en un tramo prohibido para los peatones. Justo en ese momento pasaba una furgoneta, ocupaba por un conductor que se iba a cazar, y que no pudo hacer nada por esquivarlo.
Wilmer sufrió un impacto tremendo y cayó muerto sobre la calzada. La Guardia Civil de Tráfico investiga las circunstancias exactas en las que se produjo el atropello.
En la casa de la familia de Wilmer en Palma se ha instalado un libro de firmas para los particulares que deseen colaborar económicamente con la familia o simplemente estampar su firma por solidaridad. El piso está ubicado en la calle Margarita Caimari número número 7, 5º, 2 ª.
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