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JULIO BASTIDA

«El hotel carecía de licencia de obras desde hacía más de un mes». Así de claro y contundente se mostró el alcalde del municipio de Capdepera, Bartomeu Alzina, en declaraciones a los medios de comunicación.

Tras producirse el trágico accidente se han iniciado investigaciones que han puesto al descubierto que el hotel carecía de licencia para las obras que estaban llevando a cabo. El primer edil aseguró que «hace un mes y medio que el Ajuntament había comunicado a la empresa propietaria del hotel, Serrano S.L, que se le denegaba la licencia de obra dado que carecía de una serie de requisitos necesarios para poder autorizar la perceptiva licencia. Además no era la primera vez que se le denegaban». Del mismo modo, el alcalde añadió que el consistorio remitió en estos últimos meses varios requerimientos (tres boletines ) a la empresa propietaria del establecimiento para que parara las obras, si bien el hotel decidió hacer caso omiso a las indicaciones del consistorio.

Las sospechas se cernían ya sobre el edificio, ya que, a su llegada al lugar del suceso, la portavoz del ejecutivo autonómico ya informó que habían desplazado varios técnicos de inspección de trabajo y el director general de Salud Laboral, para evaluar si se habían producido negligencias en las medidas de seguridad del establecimiento. En ese momento saltaron las primeras voces de alarma. A la zona del siniestro el presidente del Govern, Francesc Antich; el delegado del Gobierno, Ramon Socías; el coronel Jefe de la zona de la Guardia Civil de Balears, Basilio Sánchez Rufo; el conseller d'Habitatge, Jaume Carbonero; el conseller de Turisme, Miquel Nadal, y la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol.

Además de la posible precariedad de las obras debido a su legalidad, la Policía Judicial de la Guardia Civil del destacamento de Manacor ha iniciado una exhaustiva investigación para determinar las causas del accidente, aunque todo apunta al temporal y a los fuertes vientos que azotaban la isla en los últimos días, según explicó el consejero del Interior, Joan Lladó.

Los sindicatos CC OO y UGT alertaron de la grave ilegalidad que ha dejado al descubierto el derrumbe del hotel Son Moll, en Cala Ratjada,

Así, el secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda, indicó que es necesario exigir responsabilidades políticas, puesto que el Consistorio tenía pleno conocimiento de que ese hotel carecía de licencia y ni la Policía Local ni la Inspección de Trabajo inició medidas para paralizar las obras.

Por su parte, el secretario general de Salud Laboral de CC OO, José López, reveló que la Fiscalía deberá hacerse cargo de la investigación y agregó que es «lamentable» que se produzcan accidentes laborales de esta gravedad, y se preguntó de qué sirve la normativa en seguridad laboral. López sostuvo que los obreros trabajaban «día y noche» con el fin de tener terminadas las obras de reforma antes del inicio de la temporada de turística de 2009.

Ambos dirigentes coincidieron en que es una «barbaridad» que la empresa propietaria del hotel, Serrano SL, se planteara remodelar el hotel, puesto que tenía una antigüedad de 60 años y por tanto había de ser «demolido», y no reformado.