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R.P.F.

Las fuertes lluvias sembraron ayer el caos en buena parte de los municipios de la Isla, siendo las zonas más castigadas la comarca de Inca y algunos pueblos de la Serra de Tramuntana.

Los municipios de Estellencs y Puigpunyent sufrieron de forma intensa los desbordamientos de los torrentes, y las intensas precipitaciones provocaron caídas de árboles y de 'marges' en sus carreteras, así como inundaciones en numerosos sótanos y garajes. La escuela de Puigpunyent sufrió numerosas filtraciones que obligaron a cerrar el colegio ante la posibilidad de que cayera el falso techo. Hoy acudirá un técnico al centro para evaluar la situación y dictaminar si los escolares podrán asistir a las clases.

Los inmuebles de los municipios costeros de Andratx y Calvià también sufrieron las consecuencias de las inclemencias del tiempo, inundándose comercios, sótanos y campos y obligando a la utilización de bombas de achique. En Andratx, las filtraciones de los edificios afectaron a la red de Telefónica que provocó una avería que dejó a 600 abonados sin línea.

En la comarca de Inca las zonas más conflictivas fueron sa Pobla y Alcúdia, aunque también hubo incidencias en el resto de pueblos de la comarca.

S'Albufera no daba abasto para absorber el agua procedente del torrente de Sant Miquel y eso causó problemas importantes en la autopista entre Inca y sa Pobla y en los accesos a este núcleo urbano, hasta el punto de que una familia tuvo que ser desalojada en helicóptero tras quedar aislada en la zona de la marjal. Mientras, en el vecino municipio de Alcúdia, no era el agua de s'Albufera la que amenazaba la población sino que el nivel de la mar creció sorprendentemente y era precisamente el mar el que fluía en dirección a s'Albufera y no al contrario, como ocurre habitualmente.

El alto nivel de las aguas provocó problemas importantes de circulación y obligó a cortar hasta seis calles del municipio, entre ellas la Avinguda de la Platja, la calle Caragol de Mar, Teodor Canet, la Avinguda Tucan y el Camí de Can Blau. En Pollença se repitieron los problemas habituales de acumulación de agua en la carretera, en la primera línea del puerto. Han brotado, además, las Ufanes locales en la calle Alacantins donde no surgía el agua en el interior de las casas desde hacía 12 años.

En Selva, saltaron todas las alarmas cuando una familia pidió ayuda al 112 tras quedarse aislada en foravila, pero finalmente consiguió ponerse a salvo sin recurrir al helicóptero.

Los cortes circulatorios se sucedieron en los diferentes pueblos de la comarca de Inca como Costitx, Lloret y Sencelles, entre otros, por no mencionar el corte de las carreteras principales desde Lluc hacia sa Calobra, la carretera entre sa Pobla y es Murterar o la carretera vieja de Sineu.

En la comarca de Llevant, los torrentes desbordados han sido la anécdota. La mayoria de ellos no han llegado a salir de su cauce a pesar de que las fuertes lluvias fueron persistentes durante toda la noche y la mañana de ayer. Tanto en los pueblos de la comarca como en municipios del sur las incidencias se han limitado a pequeñas inundaciones en campos sembrados y a derrumbes de muros de piedra.

Así pues, sólo los conductores que ayer circulaban por alguna de las carreteras secundarias de la zona notaron los efectos del temporal. En la carretera de Conies, que desde Manacor lleva a la Colònia de Sant Pere, el agua hizo desaparecer durante algunas horas el desvío del torrente que el Consell de Mallorca está llevando a cabo para ampliar la vía.

Aún así, dentro de los núcleos urbanos, las fuertes lluvias no causaron incidencias graves que precisaran la intervención de los servicios de urgencia.